La migración a la nube y los riesgos de seguridad en constante evolución han cambiado la manera en que las empresas desarrollan y protegen sus redes. La protección de las redes modernas exige tecnologías de seguridad integradas, que incluyen desde la gestión de identidad y acceso (IAM) hasta la protección de pérdida de datos (DLP) y Zero Trust.
La protección de la red empresarial moderna no es una tarea fácil. Las organizaciones continúan migrando su infraestructura a los entornos híbridos y en la nube, y las herramientas de seguridad heredadas (como los firewalls locales y los sistemas de prevención de intrusiones) ya no pueden proteger un perímetro de red flexible y en crecimiento. El aumento de la frecuencia, la magnitud y la sofisticación de las ciberamenazas (tanto dentro como fuera de la red) supone una dificultad adicional para las empresas que desean evitar y eliminar los posibles ataques.
Para contrarrestar estos desafíos, las empresas necesitan implementan soluciones de seguridad más flexibles y proactivas, desde tecnologías para el control de acceso y la autenticación de los usuarios hasta la prevención de la pérdida de datos, el aislamiento del navegador, la detección de malware y más. A menudo, estas tecnologías de seguridad se combinan en un modelo de arquitectura denominado perímetro de servicio de acceso seguro (SASE), que ofrece servicios de conectividad de red y funciones de seguridad de red desde una única plataforma en la nube.