La transformación digital es más que una tendencia, es una necesidad para la supervivencia y el crecimiento en un mercado cada vez más competitivo e impulsado por la tecnología. Las tecnologías emergentes, como la informática en la nube, la IA, la cadena de bloques, la automatización y la ubicuidad de los dispositivos móviles, están remodelando los modelos bancarios tradicionales, mejorando las experiencias de los clientes y redefiniendo la eficiencia operativa. El mundo posterior a la COVID-19 ha acelerado aún más la transición hacia la banca en línea y hacia una sociedad casi sin efectivo. Por ejemplo, el innovador y sencillo método de "pago sin contacto", que originalmente era el enfoque preferido por los jóvenes de la generación del milenio, es ahora un enfoque transaccional ampliamente aceptado para todos los grupos de edad en todo el mundo.
El sector de los servicios bancarios y financieros está experimentando una transformación digital promovida por los rápidos avances. Esta transformación está impulsando rápidamente el cambio en la forma en que las instituciones financieras operan, interactúan con los clientes y les ofrecen valor.
Esta transformación implica la integración de las tecnologías digitales en todas las áreas del negocio bancario, cambiando fundamentalmente la forma en que los bancos operan y ofrecen valor a los clientes. Abarca un cambio de las prácticas bancarias tradicionales a servicios más innovadores y centrados en el cliente que aprovechan estas tecnologías para mejorar la eficiencia, la seguridad y la satisfacción del cliente. Para la banca, esta transformación se debe a varios factores:
Expectativas de los clientes: los clientes modernos exigen experiencias bancarias cómodas, rápidas y eficaces. Esperan que los servicios estén disponibles las 24 horas del día, los 7 días de la semana, que sean accesibles desde cualquier dispositivo y que se adapten a sus necesidades individuales. Este cambio en las expectativas está empujando a los bancos a adoptar soluciones digitales para mejorar la experiencia del cliente.
Avances tecnológicos: innovaciones como la inteligencia artificial (IA), el aprendizaje automático, la cadena de bloques y el análisis de big data están proporcionando a los bancos nuevas herramientas para mejorar la eficiencia, la seguridad y los procesos de toma de decisiones. Estas tecnologías permiten a los bancos ofrecer servicios personalizados, detectar el fraude y agilizar las operaciones.
Presión competitiva: el auge de las empresas de tecnología financiera y los bancos exclusivamente digitales está intensificando la competencia en el sector de los servicios financieros. Para los bancos tradicionales, la transformación digital impulsa la innovación, lo que lleva a la creación de nuevos productos financieros, como carteras digitales, nuevos sistemas de pago, etc., para competir con estos nuevos actores.
Cambios normativos: los marcos normativos como el Reglamento general de protección de datos (RGPD) y la Directiva de servicios de pago (PSD2) están animando a los bancos a adoptar soluciones digitales para garantizar la conformidad y mejorar la seguridad de los datos.
Rentabilidad: la transformación digital ayuda a los bancos a reducir los costes operativos mediante la automatización de procesos, la minimización de errores y la optimización de la utilización de recursos. Esta eficiencia de costes es fundamental para mantener la rentabilidad en un entorno económico difícil.
Si bien esta transformación ofrece enormes beneficios tanto para los bancos como para sus clientes, también amplía la superficie de ataque para los ciberdelincuentes, permitiéndoles identificar vulnerabilidades y poner en riesgo los sistemas utilizando diversos métodos de phishing y fuerza bruta. El panorama de la seguridad en el sector bancario se caracteriza por varias amenazas clave, entre ellas:
Ciberataques: los bancos son el principal objetivo de los ciberataques, como el phishing, el malware, el ransomware y los ataques de denegación de servicio distribuido (DDoS). Estos ataques pueden provocar fugas de datos, pérdidas financieras y daños a la reputación.
Privacidad de datos: con el uso cada vez mayor de análisis de datos y servicios personalizados, los bancos manejan grandes cantidades de información confidencial de los clientes. Es fundamental proteger estos datos del acceso no autorizado y garantizar la conformidad con las normativas de privacidad de datos como el RGPD y la Ley de Privacidad del Consumidor de California (CCPA).
Riesgos de terceros: los bancos suelen depender de proveedores de servicios externos para diversas funciones. Estos terceros pueden plantear riesgos de seguridad adicionales si no se adhieren a normas de seguridad estrictas.
Amenazas internas: las amenazas internas, ya sea por parte de empleados malintencionados o por acciones involuntarias, plantean riesgos importantes para la seguridad bancaria. Estas amenazas pueden dar lugar a fugas de datos, fraude y otros incidentes de seguridad.
Desde la fuga de datos de Equifax en 2017 (147 millones de clientes afectados) hasta Capital One en 2019 (más de 100 millones de aplicaciones de tarjetas de crédito) y First American Financial Services (885 millones de registros), los servicios financieros han seguido siendo uno de los sectores más afectados por los grupos de hackers de estados-nación y otros ciberdelincuentes internacionales bien financiados y equipados con tecnología de IA cada vez más sofisticada. Solo en 2024, se han producido vulnerabilidades bancarias notables en HSBC-Barclays, Argentina Central, M&T y Santander.
Como tal, la protección de esta transformación digital requiere implementar un enfoque multidimensional que involucre usuarios, procesos y tecnología. A continuación, enumeramos 9 estrategias que los bancos pueden emplear para minimizar el riesgo de ciberataques y la pérdida de datos:
Encriptación avanzada: la implementación de un protocolo de encriptación sólido para los datos en reposo y en tránsito es fundamental para evitar la pérdida de datos. Los estándares de encriptación avanzada (AES-256), así como la encriptación de extremo a extremo (E2EE), garantizan que los datos se encripten a lo largo de su recorrido desde el remitente hasta el destinatario, minimizando el riesgo de interceptación.
Enmascaramiento de datos: las técnicas de enmascaramiento de datos ayudan a proteger los datos confidenciales mediante la creación de un sustituto funcional que imita los datos originales. Esta estrategia es especialmente útil para proteger los datos confidenciales de información de identificación personal, como nombres, direcciones, números de tarjetas de crédito y números de la seguridad social. Además, el enmascaramiento de datos también puede ser muy útil en entornos que no son de producción, como las pruebas y el desarrollo, que ahora se operan predominantemente en dominios de nube pública.
Autenticación multifactor (MFA): la MFA reduce significativamente el riesgo de acceso no autorizado, ya que añade una capa adicional de seguridad y solicita a los usuarios un segundo factor cuando inician sesión en una cuenta en un nuevo dispositivo o aplicación.
Seguridad Zero Trust: el modelo Zero Trust funciona según el principio de "nunca confíes, verifica siempre". Este enfoque requiere una verificación continua de las identidades de los usuarios y un estricto control de acceso, independientemente de si el usuario está dentro o fuera del perímetro de red. La implementación de la arquitectura Zero Trust para la seguridad de la red garantiza que el acceso a los sistemas se proporcione en función de la identidad y el contexto (función, ubicación y otros), minimizando así el acceso a datos y sistemas confidenciales y mitigando el potencial de amenazas internas y fugas de datos.
Detección y respuesta a amenazas: la IA y el aprendizaje automático pueden mejorar la detección y respuesta a amenazas mediante el análisis de grandes volúmenes de datos para identificar patrones inusuales y amenazas potenciales. Los sistemas basados en IA pueden detectar transacciones fraudulentas en tiempo real, lo que permite a los bancos tomar medidas rápidas para evitar pérdidas financieras.
Seguridad integral de los puntos finales: con el auge del teletrabajo, la seguridad de los puntos finales, como los ordenadores portátiles, los dispositivos móviles y los dispositivos del Internet de las cosas (IoT), es fundamental. Las soluciones de seguridad de puntos finales, como el firewall y los sistemas de detección de intrusos, protegen estos dispositivos contra el malware, el phishing y otros accesos no autorizados.
Simulaciones de phishing y pruebas de penetración: la realización de simulaciones de phishing ayuda a los empleados a reconocer y responder a los riesgos de seguridad de forma eficaz. Las pruebas de penetración simulan ciberataques para identificar vulnerabilidades en el sistema. Estas medidas proactivas ayudan a los bancos a identificar y abordar las debilidades antes de que puedan ser explotadas.
Planificación de la respuesta a incidentes: los bancos también pueden minimizar el riesgo de las sucursales si cuentan con un plan integral de respuesta a incidentes (IRP) para responder de forma rápida y eficaz. Un IRP debe describir los pasos a seguir en caso de incidente, incluida la identificación, la contención, la erradicación, la recuperación y la comunicación.
Conformidad normativa: el cumplimiento de las normativas en materia de protección de datos como el RGPD y la CCPA, entre otras, garantizan que los bancos mantengan sus sistemas actualizados para auditorías periódicas, así como la implementación de políticas que rigen el uso y el acceso a los datos.
Proteger los activos digitales y prevenir las fugas de datos en el sector bancario es un proceso complejo y continuo que requiere un enfoque multicapa de la ciberseguridad. El uso de tecnologías emergentes como la cadena de bloques y la biometría del comportamiento, junto con auditorías de seguridad periódicas y una sólida planificación de la respuesta a incidentes, puede reforzar aún más las defensas, salvaguardar la estabilidad financiera y fomentar la innovación.
La conectividad cloud de Cloudflare es una plataforma unificada e inteligente de servicios nativos de nube programables que ofrece una seguridad inigualable para proteger a los usuarios, las aplicaciones y las redes, lo que permite a las organizaciones recuperar el control, reducir los costes y mitigar los riesgos de proteger un entorno de red ampliado.
Con alcance global y capacidades de seguridad avanzadas, Cloudflare ofrece a las organizaciones financieras una red global en la nube segura y resistente que puede ayudarlas a acelerar sus esfuerzos de transformación digital y mejorar la excelencia operativa. Con un enfoque integral "Everywhere Security", Cloudflare ayuda a los bancos a proteger los datos confidenciales, garantizar la conformidad con los requisitos normativos y mantener la confianza de los clientes en un entorno bancario cada vez más digital.
Este artículo forma parte de un conjunto de publicaciones sobre las últimas tendencias y temas que afectan a los responsables de la toma de decisiones sobre tecnología en la actualidad.
Más información sobre los principales desafíos de seguridad a los que se enfrentan los servicios financieros y las prácticas recomendadas para gestionar su ciberriesgo en el documento técnico "Prácticas recomendadas de ciberseguridad para los servicios financieros".
Después de leer este artículo podrás entender:
Los 5 factores principales que han propiciado al avance digital de hoy día en el sector bancario
Las 4 principales amenazas para el sector de los servicios financieros
Nuevos requisitos tecnológicos para proteger y facilitar esta nueva realidad